Al realizar procesos de mecanizado en acero, es común trabajar diferentes tipos de aleaciones. Algunas veces por descuido, otras por mala clasificación, podemos confundir alguno de nuestros materiales causando afectaciones en nuestra maquinaria, fracturas en las herramientas o, simplemente, entorpecer nuestro proyecto.

Si trabajas con acero inoxidable y acero al carbón y esto te ha sucedido; a continuación, te compartimos el método mediante el cual podrás diferenciar ambos materiales.

PRUEBA DE SULFATO DE COBRE

Este método consiste en la aplicación de solución de sulfato de cobre sobre la superficie de nuestra pieza en acero inoxidable o al carbono. Al final del artículo te mostramos la fórmula para crear la solución de sulfato de cobre.

Instrucciones:

  1. Colocar una o varias gotas de solución sobre la superficie.
  2. Observar la coloración de la gota. Si esta se torna marrón o rojiza el material es acero al carbono.
  3. Por el contrario, si la gota permanece sin alteraciones en su color, se trata de acero inoxidable.

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué pasa si mi acero inoxidable muestra una gota color marrón?

En estos casos, la coloración nos indica la presencia de elemento o partículas ferrosas (hierro) en la aleación de acero. Esto se debe a que este método solo diferencia entre acero inoxidable y al carbono. Sin embargo, no identifica el tipo de acero inoxidable.

La prueba del imán, ¿mito o realidad?

Es muy comentada la prueba de identificar aceros inoxidables o al carbono mediante un imán. Esto se debe a que los aceros inoxidables austeníticos no poseen una carga magnética. El problema con esta idea es que existe una amplia variedad de aleaciones de aceros inoxidables y muchos de ellos son magnéticos. Por esta razón se recomiendo el método del sulfato de cobre.

En Lugo Castro y Compañía tenemos la mejor opción en herramientas de corte para trabajar diferentes aleaciones de aceros inoxidables, aleados y al carbono. Las mejores marcas y los mejores precios en todo México.

Solución de sulfato de cobre:

Materiales:

  1. 10 ml. De ácido sulfúrico al 95%.
  2. 10 gramos de sulfato de cobre (reactivo 98.8%)
  3. 100 ml. De agua destilada.

Procedimiento:

  1. Agrega lentamente el ácido sulfúrico al agua destilada. Decanta el recipiente para que el ácido sulfúrico resbale por la pared del envase y agita la solución.
  2. Agrega el sulfato de cobre y agita nuevamente hasta incorporar la solución.
  3. Puedes aplicar directamente o utilizar un gotero para la aplicación.

Recuerda utilizar el equipo de protección adecuado (lentes, cubre bocas y guantes), ya que los vapores que desprende el ácido sulfúrico puedes ser irritantes y peligrosos.

Lugo Castro y Compañía S.A. de C.V.

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